“Cuando una persona atraviesa una crisis emocional, un adecuado acompañamiento puede marcar la diferencia, y ante ello los primeros auxilios psicológicos (PAP) son una herramienta primordial que brinda espacios de contención y comprensión”, mencionó Laura Fabiola Orihuela Cortés, del Sistema de Atención Integral a la Salud de la Universidad Veracruzana (SAISUV).
Al impartir la charla virtual “¿Sabes que son los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP)?”, la profesional de salud mental explicó que una crisis emocional es un estado temporal de desorganización caracterizado por la incapacidad para abordar situaciones particulares y tomar decisiones.
Hay una amplia variedad de factores que pueden desencadenarla, como accidentes, desastres naturales, actos de violencia, pérdidas repentinas de seres queridos, conflictos armados y diagnóstico de enfermedades graves.
Ante ello, los PAP son acciones diseñadas para aminorar el estrés provocado por los sucesos nombrados, dar estabilidad y dotar de funciones adaptativas a corto y mediano plazo.
La psicóloga manifestó que necesitan brindarse lo más pronto posible después del evento extraordinario desencadenante de la crisis –72 horas posteriores–, pues conectan a los afectados con su red de apoyo y potencian sus estrategias de afrontamiento, lo cual reduce factores de riesgo en el desarrollo de trastornos.
“Quien los otorga debe ofrecer un lugar de reunión tranquilo, información sincera y veraz sobre la emergencia, abstenerse de dar falsas promesas y restar importancia a lo ocurrido, así como atender requerimientos básicos del paciente en cuanto a comida, bebida y medicamentos”, puntualizó.
Escuchar atentamente, procurar el confort físico y emocional de la persona afectada, y ayudarle a contactar con familiares, amigos y fuentes de apoyo comunitario si es preciso.
Laura Orihuela enfatizó que los PAP impulsan a las personas a formular sus necesidades, normalizar sensaciones y sentimientos, conectar con sus recursos individuales y a promover la recuperación del control sobre aspectos de la propia vida, lo que facilita el inicio de los procesos de duelo.
Son aplicados por cualquiera entrenado para ello que integre los equipos u organizaciones de respuesta a incidentes críticos; en casos cotidianos pueden ser suministrados por personas del contexto habitual de los afectados, pero en emergencias masivas quienes los brindan deben intervenir coordinados por servicios de atención con mayor experiencia.