24 de Septiembre de 2024
Finanzas

Es poco significativo el programa de austeridad del gobierno: CEESP

En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, refiere que según las autoridades, el monto de ahorros que plantea lograr el Programa Nacional de Reducción de Gasto Público, anunciado la semana pasada representa un “esfuerzo gigantesco”.
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*Una reforma integral de finanzas públicas es la solución, afirmó * El gobierno prevé ahorrar 40 mmdp

Agencias . | Ciudad de México | 21 Mar 2010

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) calificó como “poco significativo” al Programa Nacional de Reducción de Gasto Público dado a conocer por el Ejecutivo en días pasados, que busca ahorrar 40 mil 100 millones de pesos en el periodo 2010-2012.

Para el organismo, la relevancia del Programa se reduce aún más cuando se supone que en los últimos cinco años se han tenido ahorros por 145 mil millones de pesos, pero ello no se refleja en una reasignación eficiente hacia medidas que contribuyan a mejorar la situación del país.

Una reforma integral de las finanzas públicas es la solución que requiere el país porque, cuestiona, para qué entonces se quieren mayores recursos si se siguen dilapidando en cuestiones que sólo tienen efectos temporales, mientras que la economía sigue perdiendo terreno a nivel mundial.

En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, refiere que según las autoridades, el monto de ahorros que plantea lograr el Programa Nacional de Reducción de Gasto Público, anunciado la semana pasada representa un “esfuerzo gigantesco”.

Esta opinión, señala, responde a la forma en que se intenta dimensionar el esfuerzo, pues se señala que este ahorro equivale a más de cuatro veces el presupuesto del Poder Legislativo y supera el del Poder Judicial, entre otros ejemplos.

Sin embargo, esta comparación sobreestima el esfuerzo, ya que se hace entre una cifra acumulada para tres años contra la de un solo ejercicio fiscal, precisa el órgano de investigación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Es decir, explica, si la suma de los ahorros abarca el periodo 2010-2012, se infiere que la cifra anual sería de 13 mil 367 millones de pesos, lo que propicia que las equivalencias mencionadas se reduzcan de manera significativa.

Por ejemplo, este monto sólo representa casi la tercera parte del gasto del Poder Judicial. Además, si esta cifra se compara con el gasto total del sector público, sólo representa 0.4 por ciento.

El Programa también señala que esto garantiza la continuidad del esfuerzo para contener el gasto gubernamental, ya que entre 2006 y 2010 se redujo en 72 mil 600 millones de pesos (a precios de 2010) en servicios personales y el gasto de operación y administrativo de las dependencias y entidades.

No obstante, opina el CEESP, esta comparación también parece no ser la más idónea, debido a que se hace respecto a lo aprobado en cada presupuesto anual, cuando los montos ejercidos siempre han sido mayores a eso.

Sólo en el periodo 2006-2009, el rubro de servicios personales acumuló un incremento real de 9.0 por ciento.

“El hecho es que el Programa es poco significativo, y su relevancia se reduce aún más cuando en un entorno en el que se supone se han tenido ahorros por cerca de 145 mil millones de pesos en los últimos cinco años, esto no se refleja en una reasignación eficiente hacia programas que contribuyan a mejorar la situación del país”, añade.

Entre 2006 y 2009, la inversión física realizada por el gobierno federal acumula una caída real de 8.6 por ciento, y en ese lapso, el número de pobres en el país se incremento significativamente.

Dentro de las medidas de austeridad que se proponen en el citado Programa se menciona la baja del gasto en servicios personales y en combustibles, viáticos, vehículos, telefonía, entre muchos otros, así como la identificación de duplicidades en áreas administrativas.

Para el CEESP, si en verdad se quiere acabar con las duplicidades habría que comenzar con el aprovechamiento de los análisis realizados en este sentido, y no volver a tratar de identificarlas.

Un ejemplo de ello son los 45 programas cuya población objetivo son los niños, o los 26 programas de microcréditos del gobierno federal. Además existen otros tantos que buscan resultados similares, como los de ayuda a madres solteras.

“Es evidente que el problema no está en los programas de ahorro, sino en la eficiencia con que se canalicen los recursos hacia actividades que realmente contribuyan a estimular el crecimiento y mejorar el bienestar de la población”, asevera.

Se requiere una gran cantidad de recursos para destinarlos a infraestructura, mejorar la calidad de la educación y de los servicios de salud y seguridad pública, donde prevalecen rezagos importantes.

“La solución es conocida por todos: una reforma integral de las finanzas públicas”, señala el CEESP.