10 de Febrero de 2025
Internacional

Frustran atentado contra presidente del Deutsche Bank

*La última carta bomba que fue enviada en Alemania a una personalidad prominente se registró en 2003

Agencias . | Berlín, Alemania | 08 Dic 2011

Josef Ackermann, presidente del mayor banco de Alemania, el Deutsche Bank, iba a ser blanco de un atentado con una carta dirigida a él que contenía explosivos y que los agentes de seguridad de esa institución en Frankfurt lograron detectar a tiempo.

Tras frustrar la víspera el atentado, el Deutsche Bank aumentó este jueves sus medidas de seguridad en sus sedes en todo el mundo.

Los portavoces del movimiento de los Indignados alemanes que están en contra del capitalismo voraz de instituciones como el Deutsche Bank (DB), expresaron este día su rechazo a esa intento de atentado.

De acuerdo a las autoridades policíacas del estado de Hessen, donde se encuentra Frankfurt, ciudad en la que el Deutsche Bank tiene su sede en Alemania, informaron este jueves que la bomba efectivamente podía haber funcionado. Por el momento se negaron a aportar mas detalles para no entorpecer las investigaciones.

La carta fue detenida en la central de correos del edificio del Deutsche Bank en Frankfurt ya que empleados la consideraron sospechosa. La misiva iba dirigida en forma personal a Josef Ackermann.

La carta fue inspeccionada con rayos X en el propio banco, y las sospechas se tornaron mas concretas.

La autoridades policíacas fueron informadas y desactivaron la carta bomba. Las investigaciones fueron asumidas por la Fiscalía de Frankfurt.

Tanto el movimiento de los Indignados alemanes, que acampan en Frankfurt frente a la sede del Banco Central Europeo, como los del movimiento antiglobalización Attac hicieron saber que no tenían nada que ver con el intento de atentado y que condenaban los hechos.

“Los Indignados tenemos otras formas de protesta”, dijo su portavoz Frank Stegmaier. La portavoz de Attac, Frauke Distelrath, manifestó la misma posición.

La última carta bomba que fue enviada en Alemania a una personalidad prominente se registró en 2003, también en Frankfurt, y ésta iba dirigida al entonces presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, quien se libró por poco de que el explosivo le estallara en las manos.