23 de Febrero de 2025
Internacional

México frente al derrame petrolero y los huracanes

En el mes de octubre las corrientes marinas del Golfo de México cambian de dirección, y si para ese mes no se tiene control sobre el derrame petrolero y la mancha de aceite no ha sido recuperada, puede haber afectaciones importantes en el turismo y en la pesca, además de daños ecológicos severos a las costas de Tamaulipas y Veracruz.
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Se prevé que será en octubre, con el cambio hacia el sur de las corrientes marinas del Golfo de México, cuando puedan hacerse palpables los daños en aguas y costas mexicanas provocados por el derrame petrolero

Agencias . | Ciudad de México | 26 May 2010

Cerca de las 22 horas del 20 de abril pasado la plataforma Deepwater Horizon comenzó a oscilar por una explosión en el fondo del mar. Ese fue el inicio de la tragedia considerada en el mundo del petróleo como la más grande de su historia, la más peligrosa y la que mayores daños ecológicos puede causar si se equivocan en el manejo de la solución. Los datos oficiales al 18 de mayo, dados a conocer desde Washington por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica y la Agencia de Pesca y Vida Salvaje, reportaron muertas a 154 tortugas marinas —Kemp Ridley (en peligro de extinción), Hawksbill, Loggerhead y Leatherback—, a 12 delfines y a 23 aves.

En México la situación es de alerta, pues en caso de no controlarse el siniestro y de que la mancha de aceite no pueda ser recuperada, lo peor llegará en octubre, cuando las corrientes marinas del Golfo de México se muevan hacia el sur.

Hasta ahora, la posible razón del accidente dada a conocer por los dueños de la plataforma semisumergible, aceptada relativamente por la comunidad petrolera, es que una de las válvulas que permiten el paso del crudo hirviente del fondo del mar hacia los ductos de transporte para su posterior almacenamiento, no soportó la presión y reventó. La plataforma Deepwater Horizon tiene tres dueños o, mejor dicho, el bloque 252 del yacimiento Macondo era explotado por una sociedad entre British Petroleum (BP), Anadarko y Moe, siendo el costo de la misma de 365 millones de dólares. Fue construida por los coreanos de Hyundai Heavy Industries y puesta en operación desde el año 2001. Su renta era de 502 mil dólares diarios y mantenía un contrato de largo plazo con BP hasta 2013.

BP ha intentado sin éxito detener el flujo del aceite, primero con una campana de presión de concreto de siete metros de ancho por 12 de largo y un peso de 12 toneladas, y luego taponando el pozo al inyectar lodos sintéticos que creaban un sello sobre el crudo. Una tercera opción es hacer un pozo que costará 100 millones de dólares para retomar el aceite vertido a boca de pozo. Para ello BP hará una nueva perforación usando un taladro Development Drilling III, pero esto podría tomar hasta tres meses para estar listo.

El accidente ocurrió en el bloque 252 de la barranca del Mississippi, a unos 80 kilómetros al sureste de Louisiana. Como broma macabra, la plataforma recién acababa de suspender sus operaciones en el prospecto de Macondo. Según la Management Mineral Services (MMS), la autoridad encargada de dar los permisos petroleros, BP archivó un permiso para abandonar temporalmente el pozo el 16 de abril, cuatro días antes del accidente que tuvo un saldo de 11 trabajadores muertos y un incendio que consumió la plataforma. Las tareas de rescate permitieron que salieran vivos otros 115 trabajadores. El MMS frenó temporalmente el otorgamiento de permisos respecto a la exploración y explotación de aguas profundas, e inició un programa de inspecciones a fin de mejorar las medidas de seguridad y tener un estándar en todas las instalaciones del Golfo de México. En California el gobierno del estado dio marcha atrás a un proyecto petrolero que implicaba llevar a cabo una inversión en la Bahía de Santa Bárbara, e incluso el gobernador Arnold Schwarzenegger comentó que a pesar del tamaño de la inversión que generaría no podrían arriesgarse a un accidente similar.

BP, como principal operador del proyecto, será quien pague los costos del desastre. Pero el derrame petrolero, el incendio e incluso los muertos son sólo la primera parte de esta historia: la plataforma tenía sus propios motores a diesel y para ello almacenaba cerca de 2.6 millones de litros, por sumarse a los entre 40 y 60 mil barriles diarios de aceite derramado. En el mejor de los casos la gente de BP espera controlar la crisis para finales de julio: la plataforma de perforación comenzó a trabajar el segundo pozo de relevo el 16 de mayo. Por lo pronto, la diferencia de densidades entre el petróleo y el agua del mar permite que el aceite suba para ser contenido con barreras flotantes: de allí pasa a las desnatadoras, lanchas a remolque y recipientes para la recuperación. La información, escasa, revela que se han recuperado cerca de 158 mil barriles de líquido aceitoso, y que el plan es trabajar en una zona cercana a los cinco mil kilómetros cuadrados.

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México frente al derrame petrolero y los huracanes
Se prevé que será en octubre, con el cambio hacia el sur de las corrientes marinas del Golfo de México, cuando puedan hacerse palpables los daños en aguas y costas mexicanas provocados por el derrame petrolero.
2010-05-23 | Milenio semanalEnviar NotaImprimir.

Dispersión del derrame sobre la superficie del Golfo de México. Foto: Hans Deryk/ Reuters

Cerca de las 22 horas del 20 de abril pasado la plataforma Deepwater Horizon comenzó a oscilar por una explosión en el fondo del mar. Ese fue el inicio de la tragedia considerada en el mundo del petróleo como la más grande de su historia, la más peligrosa y la que mayores daños ecológicos puede causar si se equivocan en el manejo de la solución. Los datos oficiales al 18 de mayo, dados a conocer desde Washington por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica y la Agencia de Pesca y Vida Salvaje, reportaron muertas a 154 tortugas marinas —Kemp Ridley (en peligro de extinción), Hawksbill, Loggerhead y Leatherback—, a 12 delfines y a 23 aves.

En México la situación es de alerta, pues en caso de no controlarse el siniestro y de que la mancha de aceite no pueda ser recuperada, lo peor llegará en octubre, cuando las corrientes marinas del Golfo de México se muevan hacia el sur.

Hasta ahora, la posible razón del accidente dada a conocer por los dueños de la plataforma semisumergible, aceptada relativamente por la comunidad petrolera, es que una de las válvulas que permiten el paso del crudo hirviente del fondo del mar hacia los ductos de transporte para su posterior almacenamiento, no soportó la presión y reventó. La plataforma Deepwater Horizon tiene tres dueños o, mejor dicho, el bloque 252 del yacimiento Macondo era explotado por una sociedad entre British Petroleum (BP), Anadarko y Moe, siendo el costo de la misma de 365 millones de dólares. Fue construida por los coreanos de Hyundai Heavy Industries y puesta en operación desde el año 2001. Su renta era de 502 mil dólares diarios y mantenía un contrato de largo plazo con BP hasta 2013.



Trabajos de recuperación del derrame del pozo submarino realizados por varias embarcaciones pequeñas y un buque de absorción. Foto: Daniel Beltra/ Reuters

BP ha intentado sin éxito detener el flujo del aceite, primero con una campana de presión de concreto de siete metros de ancho por 12 de largo y un peso de 12 toneladas, y luego taponando el pozo al inyectar lodos sintéticos que creaban un sello sobre el crudo. Una tercera opción es hacer un pozo que costará 100 millones de dólares para retomar el aceite vertido a boca de pozo. Para ello BP hará una nueva perforación usando un taladro Development Drilling III, pero esto podría tomar hasta tres meses para estar listo.

El accidente ocurrió en el bloque 252 de la barranca del Mississippi, a unos 80 kilómetros al sureste de Louisiana. Como broma macabra, la plataforma recién acababa de suspender sus operaciones en el prospecto de Macondo. Según la Management Mineral Services (MMS), la autoridad encargada de dar los permisos petroleros, BP archivó un permiso para abandonar temporalmente el pozo el 16 de abril, cuatro días antes del accidente que tuvo un saldo de 11 trabajadores muertos y un incendio que consumió la plataforma. Las tareas de rescate permitieron que salieran vivos otros 115 trabajadores. El MMS frenó temporalmente el otorgamiento de permisos respecto a la exploración y explotación de aguas profundas, e inició un programa de inspecciones a fin de mejorar las medidas de seguridad y tener un estándar en todas las instalaciones del Golfo de México. En California el gobierno del estado dio marcha atrás a un proyecto petrolero que implicaba llevar a cabo una inversión en la Bahía de Santa Bárbara, e incluso el gobernador Arnold Schwarzenegger comentó que a pesar del tamaño de la inversión que generaría no podrían arriesgarse a un accidente similar.

BP, como principal operador del proyecto, será quien pague los costos del desastre. Pero el derrame petrolero, el incendio e incluso los muertos son sólo la primera parte de esta historia: la plataforma tenía sus propios motores a diesel y para ello almacenaba cerca de 2.6 millones de litros, por sumarse a los entre 40 y 60 mil barriles diarios de aceite derramado. En el mejor de los casos la gente de BP espera controlar la crisis para finales de julio: la plataforma de perforación comenzó a trabajar el segundo pozo de relevo el 16 de mayo. Por lo pronto, la diferencia de densidades entre el petróleo y el agua del mar permite que el aceite suba para ser contenido con barreras flotantes: de allí pasa a las desnatadoras, lanchas a remolque y recipientes para la recuperación. La información, escasa, revela que se han recuperado cerca de 158 mil barriles de líquido aceitoso, y que el plan es trabajar en una zona cercana a los cinco mil kilómetros cuadrados.



Un biólogo de Greenpeace Marine inspecciona el aceite diseminado en el delta del río Mississippi, en Louisiana. Foto: Hans Deryk/ Reuters

Las demandas ya iniciaron y BP informó que hay cerca de 15 mil 600, de las cuales unas dos mil 700 ya se pagaron. El 17 de mayo la petrolera anunció que liquidará 70 millones de dólares en ayudas a Florida, Alabama, Louisiana y Mississippi para atenuar el impacto económico. En total los pagos que ha hecho la empresa suman unos 625 millones de dólares.

¿HABRÁ DAÑO PARA MÉXICO?
En el corto plazo se tiene la certeza de que no se afectarán las costas de Tamaulipas, Veracruz o incluso el Mar Caribe. Pero en el mes de octubre las corrientes marinas del Golfo de México cambian de dirección, y si para ese mes no se tiene control sobre el derrame petrolero y la mancha de aceite no ha sido recuperada, puede haber afectaciones importantes en el turismo y en la pesca, además de daños ecológicos. La Secretaría del Medio Ambiente dijo que el daño afectaría especies de tortuga, atún, barrilete, bonito y sierra, así como a tiburones pelágicos, delfines, focas, cormoranes, gaviotas y flamingos. “La afectación que pueden tener las aves marinas migratorias a causa del ingreso del petróleo a los humedales de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida, podría reflejarse en una disminución de las poblaciones que arriban a territorio mexicano”, advierte la Secretaría de Marina. Por ello, a partir del 17 de mayo la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene en marcha un monitoreo de las especies migratorias del Golfo de México.

Carlos Morales, director de Pemex Exploración y Producción, informó que se está apoyando a BP a fin de que haya el menor daño posible al ecosistema. En ese sentido, se enviaron miles de metros de barreras para apoyar en la contención del aceite. “Lo hemos hecho en el pasado, hemos tenido también accidentes desafortunados como éste, de magnitudes diferentes, como el del pozo Ixtoc y otros que hemos tenido, más chicos que éste, y todos los hemos enfrentando todos”, dijo. Y añadió: “Me gustaría hacer mención de un tema que luego se nos olvida, pero que ahí está y ha estado presente durante millones de años, que es la existencia de cientos de chapopoteras naturales en el Golfo de México que están emanando aceite de manera natural; ése es un tema que también debe ayudar a dimensionar el tipo de problema que estamos enfrentando”, dijo.

En otoño podría haber un desplazamiento de aceite hacia las costas de Tamaulipas, lo cual podría afectar los humedales y la pesca ribereña, aunque sería de crudo intemperizado, es decir, hidrocarburo pesado que ha estado sujeto a las condiciones de la intemperie (sol, viento, altas temperaturas del agua y aire, olas, etcétera) por lo cual ha perdido sus fracciones ligeras y volátiles. Las manchas, para entonces, se habrán fragmentado y aumentado su densidad y viscosidad, serán grumos, plastas y cordones, lo que comúnmente se denomina “chapopote”, y espumas aceitosas.