02 de Febrero de 2025
Nacional

La kakistocracia ha invadido al PJCDMX


Foto: Agencias .

*In fraganti. Al consultor político Guillermo Alejandro Sesma Suárez se le sorprendió en la sede del PJCDMX para, con el apoyo del PVEM, promovieran tráfico de influencias y encarcelar a su ex mujer, Regina Seemann Audiffred *El “gánster” de Niños Héroes

Blas A. Buendía . | Ciudad de México | 02 Feb 2025

Mientras Rafael Guerra Álvarez siga al frente del Poder Judicial de la Ciudad de México, el fenómeno de la kakistocracia populista seguirá desbordándose porque ha sido uno de los artífices principales para que la justicia complemente su degradación a través de la siniestrosa reforma al Poder Judicial, lo que conllevará a que México no solo sea un país bananero, sino donde se siga ejerciendo la impunidad con asesinatos que se intensifican a plena luz del día, sin ser castigados los actores materiales e intelectuales.


Rafael Guerra Álvarez, efectivamente, llegó a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México por una abrumadora mayoría de togados comparativa a la elección de Édgar Elías Azar, con el empeño al servicio de la sociedad, desviando esta virtud al servicio de sus negocios para torcer la ley.


Como máximo jerarca en materia de impartición de justicia, entre la base trabajadora y la sociedad en su conjunto, así como sus detractores, afirman que se trata de un “gánster justiciero”.


¡Oh sorpresa!


Transcurrían los días en que el actual presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México buscaba dar el salto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero todo se le derrumbó por su mala actuación al frente del principal tribunal de la capital de la República Mexicana.


Al inicio de su administración, hace ocho años, Guerra admitió que su máxima aspiración era la de llegar a convertirse en ministro de la Corte, no por ser estudioso del Derecho, sino por su tráfico de influencias con políticos de alto nivel, como fue el caso en que se prestó a defender al entonces jefe del gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, en el juicio de procedencia de desafuero político, entablado en la época del presidente Vicente Fox Quesada.


Su pretensión, sin embargo, nunca tuvo futuro real. De todos era conocido que la actual presidenta de la República, en sus tiempos como jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, jamás lo consideró un aliado confiable y no sin razón, a pesar que en actos públicos mostraban otras caras.


Un libro escrito por Hernán Gómez documenta con precisión quirúrgica los hilos de corrupción que ha movido desde su posición, favoreciendo a despachos y personajes de alto perfil en casos clave.


Pero más allá de los señalamientos públicos, fue un episodio en particular lo que terminó por sellar su destino político: el caso de Jorge Hernández Alcocer, quien, según las investigaciones, fungía como abogado sin serlo; pistola en mano, amenazaba “a sus clientes fortuitos”, para operar negocios y ganar litigios; sin pudor alguno alardeaba de su poder y de sus relaciones con los poderosos: jueces, magistrados, políticos, obispos y empresarios.


Dos casos —la defensa del obispo Onésimo Cepeda Silva en un fraude millonario y un juicio por la custodia de cuatro menores de edad— lo mostraban tal cual era antes de su fallecimiento ocurrido el 31 de enero de 2022. Durante las audiencias de vinculación a proceso por el asesinato de su esposa, dejó atrás la altivez y apareció en silla de ruedas, quejándose de males crónicos y pidiendo llevar su proceso en libertad.


El asesinato que cometió Jorge Hernández Alcocer en contra de su esposa, la cantante Yrma Lydya, a quien le dio tres balazos y que de forma inmediata se suicidó en el restaurante Suntory de la colonia Del Valle, al sur de la Ciudad de México, pareciera que ha quedado en el olvido.


Fue un escándalo que cimbró el foro penal, pero lo que pocos conocen es el verdadero papel del presidente del Tribunal de Niños Héroes, en esta terrorífica historia. Su intervención en el caso habría sido la gota que derramó el vaso para su ya maltrecha relación con la hoy presidenta de la República.


Su candidatura a la Corte quedó en el olvido, se le cayó, y aunque sigue ocupando su puesto —como un “gánster” con máximo poder citadino—, las sombras que lo rodean se hacen cada vez más largas. La pregunta en los pasillos judiciales no es si caerá, sino saber con exactitud para cuándo, porque día a día, se le siguen llenando de piedritas su costal de injusticias.


El Consejo de la Judicatura del PJCDMX podría conminar a Guerra para que con dignidad, dimitiera o solicitar su prejubilación y enderezar la imagen tan degrada que la ha conllevado por el sendero de la ignominia.


El más reciente es el juicio de Regina Seemann Audiffred contra su pareja, el consultor político Guillermo Alejandro Sesma Suárez, por el delito de violencia doméstica, demandando ¡justicia! En tanto que su “ex”, desearía que estuviera en la “¡cárcel!”, con quien contrajera matrimonio en Estados Unidos.


Empero, de forma in fraganti, al consultor político Guillermo Alejandro Sesma Suárez, junto con su hermano ex diputado y ex secretario general del Partido Verde de la Ciudad de México, Jesús Sesma Suárez, se le sorprendió en la sede del PJCDMX para, con el apoyo del PVEM, promovieran su tráfico de influencias y encarcelar a quien fuera su mujer, Regina Seemann Audiffred.


Si bien es cierto que con influjos el marido pretendió vengarse de su mujer para que el PJCDMX exhortara a la FGJCDMX la pronta e injusta aprehensión en contra de su ex esposa, manejando artilugios ilegales para quedarse con la custodia de sus tres hijos —dos niñas y un niño— procreados durante su “feliz matrimonio”, utilizó el tráfico de influencias solicitando audiencia con el presidente del TSJCDMX, Rafael Guerra Álvarez. Los sucesos ocurrieron al mediodía del viernes 31 de enero (2025).


El TSJCDMX es un órgano autónomo supuestamente libre y soberano, donde la impartición de la justicia se aplica democráticamente. Un ente público, pero resguardado por agentes de seguridad que ha propalado la molestia de la sociedad porque ahora se le considera “el bunker del gánster Guerra”.


Ese día, Guillermo Alejandro Sesma fue el primer personaje que llegó a dicho tribunal para anunciarse y poder entrevistarse con el presidente magistrado Rafael Guerra, con base a su tráfico de influencias ya que presume ser asesor político del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) —un apéndice entreguista del Partido oficialista MORENA—, y haber trabajado en Televisa.


En un lapso de 30 minutos fueron llegando al vestíbulo del edificio de las salas penales del PJCDMX, otras personas, entre ellas, quien fuera presidente del PVEM. No había duda de ello. Eran identificables. Era obvio que Guillermo Alejandro Sesma Suárez habría utilizado la explotación del tráfico de influencias por el asunto que tienen en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.


La reunión con Guerra fue de alrededor de 30 minutos, según trascendió. Se observó que uno de sus acompañantes, que era el hermano del acusado, le tomó a este reportero una foto. Se le reclamó su proceder respondiendo enfurecido que de igual forma se había hecho lo mismo. 


En tanto que el ex presidente del PVEM, quien también lanzó miradas de pocos amigos, se le preguntó si seguía como elemento activo en el Partido Verde, a lo que respondió negativamente, que ahora se dedica a la vida privada y a sus asuntos personales.


El grupo de menos de diez personas salió del edificio, sin la presencia de Guillermo Sesma quien siete minutos después abandonaría el lugar, no sin antes echar también otra mirada de pocos amigos, sin mediar palabra alguna a este reportero, llegando a la conclusión que son gajes del oficio de los periodistas “incómodos” y quienes se enfrentan constantemente a peligros indescriptibles.


En la investigación reporteril, se encontró el desglose de los números de Carpetas de Investigación de cómo la C. Regina Seemann Audiffred ha sufrido de acosos ilegales y capoteado los vicios que arrastra la justicia que se practica en México, en contra de su ex cónyuge, por el delito de Violencia Vicaria, la promoción de denuncias desarrolladas ante la indolencia de los ministerios públicos corruptos e irresponsables, así como amparos ante los Circuitos Colegiados, para evitar ser arrestada por alguna autoridad.


 


Regina Seeman  Audiffred                    


1.- Juzgado Sexto de Distrito en materia penal CDMX. Juicio de Amparo. Expediente 935/2024.


2.- Juzgado Sexto de Distrito en materia penal CDMX. Juicio de Amparo. Expediente 1061/2024.


3.- Juzgado Décimo Sexto de Distrito en materia penal CDMX. Juicio de Amparo 77/2025.


4.- Juzgado Decimotercero de Distrito en materia penal CDMX. Expediente 106/2025.


5.- Unidad de Gestión Judicial-4 del Sistema Procesal Penal Acusatorio del TSJCDMX. Carpeta judicial: 04/2089/2024.


6.- Juez de Control del Sistema Penal Acusatorio de CDMX. Carpeta judicial: 011/1498/2024.


7.- Juzgado Vigésimo Tercero de lo Familiar del TSJCDMX. Expediente 1520/2024.


8.- Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, escrito dirigido a su titular, la licenciada Bertha María Alcalde Luján; y…


9.- Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Grupos de atención prioritaria. Agencia investigadora del ministerio público LGBT-IND-AM. Carpeta de investigación: CI-FIDAGAP/GAP/UI y LGBT2C/D/00115/01-2025.


En este contexto, Regina Seeman Audiffred, ingeniera de profesión, hizo un urgente llamado a las cuatro mujeres empoderadas que tienen el control del poder no solo en la Ciudad de México, sino en todo el país, para que en su condición de mujer velen por los intereses de las féminas que han pisado los recintos de la justicia sin ser escuchadas.


Mencionó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo; a la fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, Bertha María Alcalde Luján; a la jefa del Gobierno de la capital del país, Clara Marina Brugada Molina; y a Citlalli Hernández Mora, titular de la Secretaría de la Mujer.


 


El “bunker” de Guerra


Un día después a raíz de los sucesos descritos del viernes 31 de enero pasado, un elemento de seguridad detalló a este reportero que “usted ya no podrá entrar a las instalaciones del Poder Judicial” por órdenes de la secretaria particular del presidente magistrado de nombre Karen “N”, a quien hace algunos años la revista PROCESO la calificó como la “vicepresidenta del Tribunal” de Niños Héroes.


Es decir, su jefe Rafael Guerra Álvarez le ha dado carta abierta brindándole un empoderamiento de forma tal que hace y deshace lo que le plazca con todo el aparato de justicia de la ciudad desde hace ocho años, siendo odiada por la base trabajadora, por abogados litigantes y por la sociedad en general.


Para este reportero no es el primer problema al que se enfrenta con este tipo de represiones de funcionarios jerárquicos del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.


En la época de Édgar Elías Azar, quien también se eternizó como presidente de este órgano jurisdiccional, se presentó un caso similar al juicio familiar que llevan al cabo Seemann-Sesma, por el simple hecho que se le trastocó a uno de sus poderosos amigos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel.


Bajo la fuerte influencia de su cargo como presidente de este circuito de justicia federal, y la amistad con el guerrerense, encarcelaron por un año a la esposa de Góngora (Ana María Orozco), reclamante en contra del ministro, por exigir justicia en el pago de la pensión alimenticia para sus dos hijos autistas y una indemnización por daño moral.


Fue un escándalo nacional “generado por Genaro”. Este tipo de situaciones no han cambiado en nada en toda la historia del tribunal, y nulo ejemplo para el país a nivel internacional.


A la justicia se le ve como un extraordinario negocio, es una veta de oro que nunca desaparecerá, y es extremadamente lamentable lo que ocurre sistémicamente en todos los aparatos de justicia de México.


¿Pero porqué en México ya nadie confía en la justicia? Esa ha sido la constante interrogante de un México que vive en la completa degradación.


La falta de confianza en la justicia en México es un problema complejo y multifacético que se ha desarrollado a lo largo de los años debido a factores históricos y estructurales.


La corrupción es un problema endémico en México, y el sistema judicial no es la excepción. La corrupción puede influir en las decisiones judiciales y minar la confianza en la justicia.


Indisputablemente, con la sofisticación de la tecnología, la corrupción es maquillada a través de transferencias bancarias que esconden la entrega de dinero sucio, ya no de mano en mano entre funcionarios y particulares como tradicionalmente se hacía, dando pie a la transformación de una monstruosa putrefacción de la justicia.


El sistema judicial mexicano es lento e ineficiente, lo que ha llevado a demoras y frustración para las víctimas y sus familias. El sistema judicial mexicano ha sido criticado por falta de independencia y autonomía, lo que puede derivar a interferencias políticas y presiones externas.


La desconfianza en las instituciones es un problema generalizado en México, y el sistema judicial no es la excepción. La violencia y la inseguridad son problemas graves que se concatenan en México, por la falta de confianza en la justicia que también puede ser una consecuencia de la percepción de que el sistema no puede proteger a las víctimas.


La impunidad se encadena como un problema grave en México, y la falta de confianza en la justicia puede ser una consecuencia de la percepción de que los delincuentes no son castigados.


Y así se podrá enumerar infinidad de casos que, por citar otro ejemplo, la matanza de Ayotzinapa. El caso de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 es el paradigmático modelo y el más emblemático por la falta de confianza en la justicia en México. La investigación y el proceso judicial han sido censurados por ser parsimoniosos y oscuros, y no hay para cuando terminar…


En tanto, las reformas judiciales implementadas en México en los últimos años han sido criticadas por no abordar adecuadamente los problemas de corrupción e ineficiencia en el sistema judicial, toda vez que una de tantas causas, podría ser la polarización política que se práctica en México, contribuye inadecuadamente a la falta de confianza en la justicia, ya que algunos sectores de la sociedad pueden percibir que el sistema judicial es influenciado por intereses políticos.


“No me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, fue una de las expresiones desafortunadas que hiciera el pésimo presidente que ha tenido en toda su historia México, y una muestra que el fenómeno de la kakistocracia populista emerge de sus cloacas pestilentes. Así es el México de hoy, con una impresionante inseguridad donde pululan infinidad de sicarios dominados por el narco crimen organizado, donde por cinco mil pesos, asesinan a una persona.


En resumen, la falta de confianza en la justicia en México jamás dejará de ser un problema complicado que se ha desarrollado a lo largo de la historia de la nación, requiriendo una solución integral que aborde los factores históricos, estructurales, sociales, culturales y recientes que contribuyen a resolver urgentemente esta caótica situación donde México ya no es una nación, sino un país bananero populista izquierdista-comunista que no contribuye en nada para retomar el mejor camino de desarrollo de su democracia.


De plano, la kakistocracia ha invadido al PJCDMX. ¡Lástima!, porque las generaciones del futuro enfrentarán un legado envenenado impulsado por los tres Poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en manos de un partido que tiene compromisos con el Foro de Sao Paulo.


 


Reportero Free Lance *


Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021


[email protected]