17 de Mayo de 2025
Cultural

Caído del cielo


Foto: Agencias .

*Kosmos 482 concluyó su odisea de modo triste, sin que nadie contemplara su descenso en llamas

Juan Villoro . | Ciudad de México | 16 May 2025

Este 10 de mayo el planeta recibió un peculiar regalo de Día de las Madres: una esfera de metal, con un peso de 500 kilos, cayó del cielo.


Todo empezó el 31 de marzo de 1972, cuando la Unión Soviética lanzó al espacio la nave Kosmos 482. En esa época, un cohete era como un cardenal que cambia de nombre al convertirse en Papa: la cápsula 482 se transformaría en Venera 9 al salir de la órbita terrestre. Pero eso no ocurrió. Un fallo impidió que alcanzara la velocidad de escape necesaria para despedirse de la Tierra. Durante más de medio siglo quedó atrapada en una inútil ruta elíptica.


La sonda estaba recubierta de titanio para resistir la agresiva atmósfera de Venus. Pero la estrella de la mañana brilló durante décadas sin recibir esa visita.


A la nave perdida le pasó lo que a todos nosotros: se sometió a la fricción de la atmósfera, manera elegante de decir que fue desgastada por el tiempo. Algunas de sus partes se desprendieron y su órbita se redujo. Tarde o temprano regresaría a morir a su lugar de origen.


La noticia causó alarma entre los especialistas, pues se trataba de una caída incontrolada. Lo único que podía hacer la tecnología era calcular la zona de reingreso. Científicos de varios países establecieron que eso ocurriría en algún sitio ubicado entre los 52 grados de latitud sur y de latitud norte, lo cual incluía a ciudades como Nueva York, Londres y Pekín.


La nave se precipitaba a 27 mil kilómetros por hora. Aunque sería frenada por la atmósfera terrestre, su impacto podía ser tan dramático como el de los aviones que en 2001 se estrellaron contra las Torres Gemelas. Esta amenaza, digna de una superproducción de Hollywood, habría desatado la paranoia planetaria de no ser porque la especie humana estaba absorta en otras noticias (los delirios de Donald Trump, el genocidio israelí en Gaza, la inacabable guerra en Ucrania, la elección del nuevo Papa, el robo de joyas a Kim Kardashian...).


Venus, diosa romana del amor y la belleza, hechiza en proximidad: Venus, enferma de deseo, se acerca, escribe Shakespeare en un soneto. Sin embargo, el planeta que lleva su nombre, y rige los signos de Libra y Tauro, también permite que recordemos otra variante del deseo: el amor imposible. Venus es un territorio inexplorado.


Estados Unidos prefiere concentrarse en Marte y las expediciones de otros países se han entregado al óxido y al olvido. La sonda europea Venus Express guarda silencio desde hace una década y en 2024 Japón perdió contacto con la nave Akatsuki, enviada al planeta de las nubes.


Kosmos 482 concluyó su odisea de modo triste, sin que nadie contemplara su descenso en llamas. Al volver a Ítaca, Ulises al menos fue reconocido por su perro.


Aunque el desplome de la nave soviética no causó daño, obliga a pensar que la basura espacial no deja de caer sobre la Tierra. Al fondo del Océano Índico, reposa la cápsula rubricada con las siglas CCCP en tinta roja. Los peces de las profundidades exploran los instrumentos de una vieja tecnología, destinados a ganar la carrera espacial.


En una fábula de ciencia ficción, la cápsula no sólo regresaría quemada por el cielo, sino que traería algo de 1972, año de su partida. Conviene poner en perspectiva algunos sucesos de ese entonces: el ping-pong abrió el camino diplomático para que Nixon fuera a China y estrechara la mano de Mao; esa escena de paz contrastó con los once atletas israelíes asesinados por el grupo terrorista Septiembre Negro en las Olimpiadas de Múnich. 53 años después, Estados Unidos amenaza a China e Israel se dispone a tomar Palestina.


Pero los asombros de aquel tiempo no sólo tuvieron que ver con la política. Las noticias más profundas suelen ser de otro tipo: 1972 fue el año más largo de la historia.


La rotación de la Tierra pierde velocidad y en un futuro el día durará 25 horas. Para ajustarse al calendario solar, el Tiempo Universal Coordinado agrega un segundo cada 800 días. Pero en 1972 agregó dos, algo inusitado.


El aumento de un segundo se suele anunciar con seis meses de anticipación para que podamos decidir cómo usar ese tiempo adicional. Si tuviéramos dos segundos extra, ¿qué haríamos con ellos?


La aventura que no llegó a Venus desembocó en un sitio mucho más raro, donde el destino puede depender de anotar un gol decisivo, morder la manzana prohibida o verla caer de un árbol.


En la Tierra, la gravedad de las cosas se revela en dos segundos.