06 de Febrero de 2025
Internacional

Después de 34 años Irán y EU restablecería relaciones diplomáticas


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*El conflicto de Estados Unidos con Irán tiene sus raíces muchas décadas atrás cuando Teherán se alió con Rusia y con China y ha sido un obstáculo para Washington y sus aliados en la región rica en petróleo, líquido que resulta manzana de la discordia y de avaricia de las economías mundiales

Agencias . | Londres, Inglaterra | 24 Sep 2013

Las relaciones de Irán con Occidente, Estados Unidos y sus aliados europeos, podría cambiar hoy inusitadamente hacia la concordia entre ambos frentes y de esta manera ponerle fin a una rivalidad que en muchos casos es amenazante en el Medio Oriente, especialmente, porque el país árabe tiene armas nucleares.

Pero hasta esa disposición ha manifestado el nuevo presidente de Irán, Hassan Rouhani, de dejar las armas nucleares de lado y abrir su país y su gobierno a una nueva era de relaciones diplomáticas, políticas y comerciales.

Así lo dejó ver Rouhani en recientes declaraciones y así lo confirmó el dirigente del movimiento reformista de Irán, Mohammad Khatami, quien a través de medios periodísticos británicos urgió a Occidente a mostrar valentía y trabajar con el presidente iraní o de lo contrario perder una oportunidad única de terminar con un conflicto en el que nadie resultaría vencedor.

Khatami, un ex presidente de Irán, dijo en la víspera de la visita ansiosamente anticipada en la ONU que el clérigo moderado cuenta con “la autoridad necesaria” para concretar una resolución diplomática a las diferencias que han marcado las posturas entre Occidente y el estratégico país del Medio Oriente.

El conflicto de Estados Unidos con Irán tiene sus raíces muchas décadas atrás cuando Teherán se alió con Rusia y con China y ha sido un obstáculo para Washington y sus aliados en la región rica en petróleo, líquido que resulta manzana de la discordia y de avaricia de las economías mundiales.

A Washington le conviene entablar una amistosa relación con Irán para que también deje de ser una amenaza nuclear.

Khatami dijo que todos estos puntos son solucionables en estos momentos y que no se debe desaprovechar la oportunidad. Advirtió que de no buscar la resolución, fortalecería la postura de extremistas de ambos bandos y extendería un conflicto que ya no tiene caso de ser.

Rouhani, entonces, se dirige a Nueva York con toda la intención de fortalecer una nueva imagen de su país, la cual ha sido distorsionada, según él, por sus predecesores, en especial Mahmoud Ahmadinejad, quien cada vez que tuvo la oportunidad, hizo declaraciones antioccidentales en el seno de las Naciones Unidas.

La verdad se sabrá en unas horas cuando Rouhani pronuncie su discurso en las Naciones Unidas, horas después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inaugure la reunión cumbre programada para hoy martes.

Pero ya corren rumores de que Obama y Rouhani se reunirán cara a cara en lo que será la primera reunión entre líderes de ambos países de los años setenta. Rouhani estará acompañado por el único legislador judío de Irán.

Para pronto, ya se han reunido altos funcionarios de ambas naciones. Catherine Ashton, encargada de la política internacional de Estados Unidos, se reunió hoy con el ministro del Exterior de Irán, Mohammad Javad Zarif, y ambos hablaron del programa nuclear del país árabe.

Ashton describió el encuentro como “constructivo”. De acuerdo a ella, Zarif y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se reunirán el jueves en lo que serán las primeras conversaciones ministeriales entre Washington y Teherán desde la revolución islámica de 1979.

Mientras tanto, Khatami le da el espaldarazo total a Rouhani con la esperanza de que se hayan aprendido de las oportunidades desperdiciadas durante su presidencia.

“Por primera vez hay un oportunidad de crear consenso nacional por encima del partidismo y de las facciones en Irán con el fin de que se aborden los predicamentos políticos del país con un énfasis en el diálogo y mutuo entendimiento global”, dijo Khatami en el primer artículo que él publica en un periódico extranjero.

El hecho es, dijo Khatami, que Rouhani cuenta con el apoyo de todos los segmentos de la sociedad iraní en la prosecución de “entablar relaciones constructivas” con el oeste.

El ex mandatario iraní aseguró que el apoyo proviene de incluso el líder supremo, Ali Khamenei, quien ha manifestado una reciente flexibilización en su postura con respecto a la diplomacia internacional.

Prueba de la “suavización de la postura” de Khameni, el líder declaró amnistía para 80 prisioneros políticos con el fin de robustecer la credibilidad de Irán y su presidente Rouhani ante las Naciones Unidas.

Las esperanzas de un mejor gobierno, de una democratización y de un acercamiento con Occidente, aumentan en Irán y ante las señales claras de estas mejorías impulsan la moral de los intelectuales y activistas, incluso de los de oposición, en Irán.

Todos buscan un mejor porvenir para el país y ahora que el líder supremo ha mostrado su disposición, 500 prominentes intelectuales y activistas firmaron un carta a Obama en donde le piden que sea recíproco.

“El pueblo de Irán aprovecharon la oportunidad de elegir a Hassan Rouhani y vemos que no nos hemos equivocado porque el resultado inmediato es la liberación de varios prisioneros políticos y progreso en el ambiente político y público del país. Ahora le pedimos a usted (Obama) que corresponda a esta actitud y levante las sanciones económicas injustas contra Irán y se propicie una relación en la que todos saldrán vencedores”, escribieron.

En realidad, se podría decir que las relaciones entre Estados Unidos e Irán se tensaron por un malentendido, porque después de la revolución iraní de 1979, Washington le dio “asilo” al líder supremo que precedió a Khamenie, Mohammad Reza Pahlavi. Esto produjo desconfianza en Teherán, donde se creyó que el gobierno del entonces presidente estadounidense Jimmy Carter apoyaría o hasta financiaría un derrocamiento del nuevo gobierno y su nuevo líder supremo.

Esta interpretación llevó al nuevo régimen a tomar rehenes estadounidenses, ante lo cual, Washington decidió imponer sanciones y congelar recursos por más de 12 mil millones de dólares de Irán. Este dinero, en su mayoría, aún está congelado por Estados Unidos.

Poco a poco Irán se ha ido acercando a Occidente con la intención de mejorar las relaciones, pero persiste desconfianza de Occidente sobre las intenciones nucleares de Teherán.

La especulación es que todo podría aclararse hoy y por eso la atención mundial estará puesta sobre la reunión de los presidentes de ambas naciones.