13 de Febrero de 2025
Internacional

Salinas en Madrid, vuelve a la carga contra Ernesto Zedillo

En su ponencia inaugural, el ex presidente hizo una detallada exposición sobre el contexto político y económico en 1989, recién iniciado su gobierno, que lo llevó a tomar la decisión de buscar una alianza estratégica con Estados Unidos, que concluyó con la firma del Tratado de Libre Comercio.
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*El ex presidente explicó las razones geopolíticas que lo llevaron a la negociación del TLC y habló sobre los beneficios que trajo el acuerdo, sin mencionar los claroscuros que trajo la relación comercial con Estados Unidos y Canadá

Agencias . | Madrid, España | 25 Oct 2010

El ex presidente Carlos Salinas no termina de superar su rencor en contra de su sucesor, Ernesto Zedillo. Fue ese gobierno, dijo, en el que incumplió la etapa para la segunda generación de reformas económicas, que dejaron inconcluso al Tratado de Libre Comercio y provocó el rezago en el crecimiento de la economía mexicana.

Salinas inauguró esta mañana el foro “México, Entre el Norte y el Sur”, auspiciado por la Fundación Botín, del Banco Santander, en el que participan miembros del gobierno de Felipe Calderón, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y otras personalidades como el ex presidente del IFE, José Woldenberg.

En su ponencia inaugural, el ex presidente hizo una detallada exposición sobre el contexto político y económico en 1989, recién iniciado su gobierno, que lo llevó a tomar la decisión de buscar una alianza estratégica con Estados Unidos, que concluyó con la firma del Tratado de Libre Comercio.

Salinas dijo que fueron cuatro factores que motivaron que enfatizara en una vía bilateral por encima de la multilateral: la caída del Muro de Berlín, el final de la Guerra Fría, la elección del primer presidente democrático en Chile, Patricio Aylwin en una generación, y la invasión de Estados Unidos a Panamá.

Dijo que esos cuatro factores pre configuraron el final del mundo bipolar, del cual salió Estados Unidos como la potencia única, en un contexto internacional donde Europa caminaba hacia su integración, que vendría en el Tratado de Maastricht, y arrancaba el desarrollo de los Tigres Asiáticos.

Explicó que las inversiones del mundo corrían hacia Europa del Este, en el reacomodo de los flujos internacionales de recursos y el realineamiento de bloques comerciales que definirían la última década del siglo pasado.

La exposición de Salinas se convirtió en una sinopsis de un nuevo libro sobre globalización y libre comercio que está en su última revisión, y que se espera se ponga a la venta en la primavera de 2011.

Salinas desmanteló los estereotipos que se han hecho a lo largo de los años en México en la crítica al Tratado de Libre Comercio, que finalmente se firmó con Estados Unidos y Canadá, al contextualizar cada uno:

*Que fue tras el TLC lo que encadenó el comercio de México con Estados Unidos. En realidad, dijo, antes del TLC el comercio bilateral se situaba entre el 60 y el 90% del total de las exportaciones dirigidas a ese mercado.

*Que el TLC con Norteamérica provocó el abandono de América del Sur. Falso, afirmó Salinas, quien dijo que también se firmaron acuerdos bilaterales con Bolivia, Chile, Colombia, Cota Rica y Venezuela, donde el nivel de exportaciones mexicanas hacia esas naciones se elevó en 112% en cinco años. Además, recordó que se inició el mecanismo de la Cumbre Iberoamericana, para que esa parte del mundo tuviera una voz unificada.

*Que el TLC desindustrializó a México. Salinas dijo que, al contrario, con el acuerdo con Norteamérica, México tuvo un despegue en todo el sector de la manufactura de exportación, y se convirtió en uno de los principales productores de la industria automotriz. Sin embargo, admitió que en materia textil, fue China la que aprovechó al TLC, y desplazó a México.

*Que el TLC arruinó a los obreros. Indicó el ex presidente, en términos generales, que la mano de obra en el sector de exportación elevó sus ingresos en 40%, aunque reconoció que las asimetrías geográficas internas cobraron su cuota en la materia: mientras en el norte del país más de la mitad de la mano de obra está en el sector de exportaciones, en estados como Oaxaca, sólo el 5% de los trabajadores se ubican en ese sector, lo que provoca que sus salarios no hayan tenido el impacto positivo derivado del acuerdo comercial.

*El TLC propició la migración. Salinas dijo que la explosión migratoria se dio tras la crisis financiera de 1995, y dijo que fue el TLC, lo que permitió salir a México más rápido de ese hoyo.

Salinas utilizó la estadística de manera elástica, para acomodar mejor sus cifras. Por ejemplo, cuando se refirió al sector agropecuario, en específico a la producción de maíz, que ha sido una de las principales críticas que se le ha hecho al TLC, recordó que estuvo protegido durante 15 años, pese a lo cual se tuvieron que hacer importaciones de Estados Unidos durante ese periodo, que reconoció sin explicar las razones de ese impacto en el campo mexicano, que tuvo una transformación con las reformas al artículo 27 constitucional.

Uno de los aspectos más positivos del TLC, explicó, fue haber despetrolizado la economía, al pasar de una dependencia de los hidrocarburos del 80% del total de las exportaciones, a un 10% hoy en día, y de haber llevado de un 38% el peso del comercio exterior del PIB, a un 65%.

Salinas no habló del mercado interno, ni de la ausencia de política industrial durante su administración, pero cuando abordó las críticas sobre el porqué como consecuencia del TLC México no avanzó al ritmo de otras economías emergentes en el mundo pese a su vinculación con el mercado más poderoso, dijo que fue la falta de consolidación del TLC –mediante reglamentaciones- durante el gobierno de Ernesto Zedillo, y reformas económicas de segunda generación, lo que frenaron el avance económico y el rezago sostenido en una década.