12 de Febrero de 2025
Internacional

Indocumentados sienten la ‘mano dura’ de Obama

El más reciente estudio demuestra que las cosas para la población indocumentada no sólo se han calentado en el área de las deportaciones, que han aumentado consistentemente durante los últimos cuatro años fiscales –finales del período George W. Bush y primeros dos años de Obama– sino que los fiscales federales se están enfocando más en los inmigrantes y menos en otros delincuentes graves.
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*Entre 2007 y 2010 se registra alza de 77% en acusaciones criminales

Agencias . | Washington, EU | 02 Feb 2011

Esta semana quedó más claro que nunca, por medio de cifras, que las acciones y políticas del gobierno de Barack Obama lo han convertido en el Presidente más duro contra los inmigrantes indocumentados que se haya visto en tiempos recientes.

Las cifras sobre deportaciones, cargos criminales contra inmigrantes y el uso de programas como el 287 g para arrestar a indocumentados que cometen faltas de tráfico y otros delitos menores, dan fe de una política migratoria que ha puesto en jaque a la comunidad indocumentada, y no solamente a los que cometen delitos graves sino a buena parte de esa población.

El más reciente estudio demuestra que las cosas para la población indocumentada no sólo se han calentado en el área de las deportaciones, que han aumentado consistentemente durante los últimos cuatro años fiscales –finales del período George W. Bush y primeros dos años de Obama– sino que los fiscales federales se están enfocando más en los inmigrantes y menos en otros delincuentes graves.

Hoy se da a conocer un análisis de 500 mil casos criminales presentados por el gobierno federal, realizado por investigadores de TRAC, de la Universidad de Syracuse en Nueva York.

Los resultados apuntan a un aumento de 77% en las acusaciones criminales contra inmigrantes indocumentados en los distritos fronterizos entre 2007 y 2010, que se vuelven más significativas cuando se añade que, en el mismo período de tiempo, los cruces fronterizos han experimentado menos presión y una baja en arrestos que ha coincidido con la recesión económica.

El mismo análisis revela que, al mismo tiempo, las acusaciones de delito menor contra inmigrantes en la zona fronteriza aumentaron en un 259%.