16 de Mayo de 2024
Cultural

Por esta razón febrero tiene 29 días cada cuatro años


Foto: Agencias .

*Descubre por qué febrero tiene 29 días cada cuatro años y la importancia de los años bisiestos para alinear nuestro calendario con el ciclo astronómico

Agencias . | Ciudad de México | 29 Feb 2024





 














Febrero, el mes más corto del año, presenta una peculiaridad que intriga a muchos. Cada cuatro años, se extiende a 29 días. En esta nota, te decimos la razón por la que febrero tiene 29 días cada cuatro años


Dentro del marco del calendario gregoriano, febrero destaca como el único mes sujeto a cambios en su duración, resultado de una compleja relación entre la rotación terrestre alrededor del Sol y la necesidad de alinear nuestro calendario con el ciclo de las estaciones. Pero, ¿por qué tiene 29 días cada cuatro años?


¿Por qué febrero tiene 29 días cada cuatro años?


Cada cuarto año, febrero tiene 29 días y se le conoce como año bisiesto. Este ajuste responde a la discrepancia entre el año calendario convencional y el tiempo real que toma la Tierra para orbitar alrededor del Sol, aproximadamente 365.2422 días. 


Para corregir esta discrepancia y mantener el alineamiento estacional, se añade un día adicional a febrero, asegurando que el equinoccio de primavera se mantenga cerca del 20 de marzo cada año.


¿Qué significa año bisiesto? 



El término "año bisiesto" tiene sus raíces en la expresión latina "bis sextus dies ante calendas martii" (doble sexto día antes del primer día de marzo), refiriéndose al día adicional insertado en el calendario juliano. 


Cabe señalar que este ajuste es importante para asegurar que eventos significativos, como el equinoccio de primavera, ocurran en fechas consistentes año tras año.


Los años bisiestos son fundamentales para mantener el alineamiento del calendario con las estaciones astronómicas.


¿Qué pasaría si no hubiera años bisiestos?


Sin este ajuste cuatrienal en el calendario, se produciría una desincronización progresiva con las estaciones. 


Con el paso de los siglos, esto significa que los solsticios y equinoccios no podrían coincidir con sus fechas esperadas. 


Lo que se considera clima de invierno podría empezar a registrarse en lo que actualmente conocemos como verano, causando confusión entre los agricultores sobre el momento adecuado para la siembra.


Sin compensar este déficit de tiempo, los calendarios podrían experimentar una desviación de tres días cada 12 años, alterando la coincidencia de las estaciones con los meses establecidos. Esto resultaría en un desorden que podría afectar múltiples aspectos de la vida cotidiana.